viernes, 25 de noviembre de 2016

TEMPORAL DEL DÍA DE REYES , AGAETE 6 DE ENERO DE 1958.

Agaete bajo el polvo del Sahara.

Era lunes, 6 de enero de 1958, día de  Reyes. La mayoría del pueblo como era costumbre, no había tenido más regalos que un chocolate y un trozo de "queque" preparado por las madres de madrugada, con un poco de suerte alguna pieza de ropa y alguna muñeca de cartón o pelota de carey que no llegaba viva al mediodía, no había para más.
En el casino, situado en el actual "Centro Cultural", se preparaba el "asalto", baile con tocadisco y si aparecía alguien que se atreviese a tocar el piano, con dicho instrumento, para entretener a la juventud la tarde noche de aquel día de Reyes.

Aquel invierno de 1958, estaba siendo catastrófico para la villa, unos días antes  habían ocurrido graves desprendimientos en el Hornillo, sepultando cuatro casas cuevas y destrozando el camino que lleva a la escuela. En las Nieves un fuerte temporal marítimo había causado graves daños al muelle viejo, sacando cuatro prismas del espaldón, lanzando uno dentro de la bahía y dejando los otros tres en medio del muelle, destrozando el farol de señales marítimas.
Aquel seis de enero de 1958, Agaete y toda la isla amaneció envuelto en una nube rojiza de polvo procedente del continente africano, lo que hoy llamamos calima. La calma, el aire seco y caluroso, se alternaba con fuertes rachas de viento más fresco, en la mar un fuerte "jalío". El inestable tiempo barruntaba la llegada del temporal.

                           Orquesta de los años cuarenta y cincuenta, baile en el casino, foto familiar.

A pesar de la amenaza de aguacero, el casino se encontraba a rebosar de juventud desde las siete de la tarde, esperando el comienzo del baile, único entretenimiento y único sitio donde entre boleros, pasodobles y tangos, se podía buscar pareja o relacionarse.
A las 20,00, el cielo rojizo del polvo sahariano, dio paso a un vendaval acompañado de una  a fuerte tormenta eléctrica, era tal la cantidad de rayos, truenos y relámpagos, que el cielo parecía una prolongada traca del día de las Nieves. A continuación una tromba de agua procedente del mar, como una cortina negra que se cierra, cayó sobre Agaete.
El aguacero se prolongó durante tres horas. El pueblo quedó a oscuras total. Los barrancos comenzaron rápidamente a correr, el caudal de agua del barranco Real era tan grande, que corría por los tres ojos del puente y salpicaba  el borde superior del mismo, el estruendo del arrastre de piedras se escuchaba desde lo más alto del pueblo.



Las aguas que corrían por la calle  Juan de Armas o "barranquillo", procedentes del "agua dulce" y toda la parte alta de la villa, comenzaban a inundar las casas aledañas, arrastraban piedras, tuneras, aulagas,..., levantaron todo el pavimento de la vía, dejándolo impracticable, quedando aislada la villa arriba de la de abajo. 
La gente de la villa arriba, que se encontraba en el baile del casino, tuvo que pasar varias horas encerrados a oscuras en él, lo mismo le ocurrió a los de la villa bajo que estaban en el viejo cine de la recova, donde aquella tarde se proyectaba la película "La lanza escarlata" (recuerdo de Isidro García Álamo), las parejas hicieron el agosto, hasta que a media noche usando un camión, pudieron cruzar el barranquillo. 
Buen parte del pueblo quedó cubierto de escombros y rastrojos arrastrados por las barranqueras desde las laderas colindantes. Varias casas sufrieron importantes daños.
El enorme caudal de agua del barranco destrozó tuberías y acequias , dejando inutilizado los chorros de donde se abastecía el pueblo de agua potable.
La carretera general del norte quedó interrumpida en el kilómetro 33, al haberse llevado las aguas el puente denominado de "barranco Hondo", en el límite con Piso Firme. 
Desde San Isidro el Viejo, hasta Agaete, quedó impracticable la carretera por los numerosos escombros y desprendimientos que hubieron en varios puntos de la misma.

La carretera a la Aldea de San Nicolás, fue afectada también desde su arranque en la villa hasta el sitio conocido por “Barranco Segura”, con corrimientos de terraplenes en varios puntos, así como gran acumulación de escombros en otros. Así mismo la carretera que conduce a los Berrazales, también sufrió bastantes daños, sobretodo en el punto conocido por “La Culatilla”, con gran acumulación de escombros en varios trechos; igualmente, la que conduce al Puerto de las Nieves, sufrió roturas del asfaltado, así como acumulaciones de escombros.

Los caminos reales, en especial los del Valle y el Sao quedaron impracticables con numerosos daños. El servicio telefónico con la Aldea quedó interrumpido por la caída de varios postes.
Los cultivos quedaron muy dañados, en especial los de papas, plátanos y tomates. Los barrancos destrozaron alpendes y corrales, pereciendo dos reses vacunas entre otros animales.

ABC, 20 de febrero de 1958.

Las cantidades de aguas caídas durante las tres horas de tormenta, fueron recogidas por los pluviómetros instalados en la localidad que dieron las siguientes cantidades en litros por metro cuadrado; los Berrazales, 130,5, las Longueras, 105,5 y en el Puerto de Las Nieves, 87,7.




Ayuntamiento, fachada del "barranquillo".



Afortunadamente no hubo que lamentar desgracias personales, pero sí gran preocupación y un enorme susto en el vecindario, debido a la enorme cantidad de agua y escombros que discurrieron  por las calles, estar la población a oscuras, manteniéndose el orden y prestándose en todo momento los auxilios que fueron necesarios por las autoridades de la Villa, fuerzas del Puesto de la Guardia Civil, Policía Municipal y vecinos de la localidad, bajo la dirección del Alcalde, D. Pedro Esparza Martín.






Alcalde Pedro Esparza Martín.







El temporal en del Libro de Actas de la Permanente del día 9 de enero de 1958, página 186 vuelta, signatura 121A, tomo XXIX. (Archivo municipal)


Parte de los daños del temporal al Gobernador Civil,( archivo municipal de Agaete)

El temporal en la prensa nacional, ABC , 8 de Enero de 1958.

Traducción al alemán, gentileza de María Graf.

Die Geschichte vom Unwetter in Agaete am 6. Januar 1958, dem Dreikönigstag.


Es war Montag, der 6. Januar 1958, der Tag der Heiligen drei Könige. Die meisten im Dorf haben, wie es immer so war, als Geschenke nur ein Stück Schokolade und ein Stück Kuchen ( queque)
den die Mütter im Morgengrauen gebacken haben, geschenkt bekommen. Wenn man Glück hatte bekam man dazu ein Kleidungsstück oder sogar eine Puppe aus Pappe  oder einen Ball
aus ( Carey) , der kaum bis Mittag ganz blieb. Für mehr reichte es nicht in dieser Zeit.

Im Casino, dass damals dort war, wo heute das " Centro Cultural" ist, wurde der " Angriff" vorbereitet. Das heißt , eine Tanzveranstaltung mit Musik vom Plattenspieler oder vielleicht auch, wenn einer vorbei kam der Klavier spielen konnte und sich traute das Instrument zu spielen um die Jugend am Abend dieses Tages ,der Heiligen Drei Könige, zu unterhalten.

Dieser Winter des Jahres 1958 war katastrophal ! Einige Tage zuvor gab es bei El Hornillo ernsthafte Erdrutsche die vier Höhlenhäuser und den Weg zur Schule zuschütteten. In Las Nieves wurde die alte Mole von großen Wellen zerstört, wobei vier große Steinblöcke aus der Schutzmauer  herausgerissen wurden. Ein Steinblock flog mitten in die Bucht ins Wasser, die anderen drei blieben auf der Mole liegen und zerstörten dabei den Leuchtturm.

An diesem 6. Januar 1958 wachte Agaete und die ganze Insel in einem Staubnebel der aus Afrika kam, auf. Heute wird dieser Staubnebel Calima genannt. La Calima, bei der die Luft trocken und heiß ist, unterbrochen von kalten und kräftigen Windböen und mit auf dem Meer sehr starkem Wellengang. Dieses instabile Wetter ließ das Unwetter voraussehen.

Und trotzdem war das Casino voller junger Menschen, die seit sieben Uhr Nachmittags auf den Beginn der Tanzveranstaltung warteten. Es war ja die einzige Unterhaltung die es gab und der einzige Ort, wo man bei Boleros, Pasadobles und Tangos einen Freund oder eine Freundin finden konnte.

Um 20:00 Uhr war der Himmel rot vom Saharastaub. Es kam Sturm auf, der von einem Gewitter begleitet wurde. Und die Blitze und der Donner waren so stark, dass man fast an einer Fortsetzung des Feuerwerks zum Gedenktag von Las Nieves denken konnte. Danach kam  eine
vom Meer kommende so starke Regenflut über Agaete, die so war als ob sich eine schwarze Gardine schließen würde.

Die Regenflut  dauerte ganze drei Stunden. Im Ort war es völlig dunkel. Die Täler ( barrancos) füllten sich schnell mit Wasser. Der Wasserfluss im Barranco Real wurde so stark, dass er in ganzer Breite unter die Brücke floss und sogar Wasser auf die Brücke spritzte. Der Lärm der von den mitgerissenen Steinen und Felsbrocken verursacht wurde, war so laut, dass man ihn  bis ganz oben im Dorf hören konnte.

Das Regenwasser lief durch die Juan De Armas Straße ( oder auch " barranquillo" genannt) direkt von " agua dulce" kommend durch den oberen Teil des Ortes. Die Häuser der Umgebung liefen voller Wasser, dass Steine, Kakteen, Stechginster,... mit sich riss. Das Pflaster der Straße wurde unterspült und mitgerissen. So wurde der obere Teil des Ortes völlig vom unteren Teil isoliert.

Die Menschen die im oberen Teil des Ortes wohnten und beim Tanzfest im Casino waren, mussten mehrere Stunden dort im dunkeln bleiben. Und das Gleiche mussten die erleiden, die vom unteren Teil des Ortes waren und ins Kino gegangen waren, bis dann endlich um Mitternacht ein Lastwagen sie über die in einem reißenden Fluss verwandelte Straße fuhr.

Ein großer Teil des Ortes war voller Schutt, Ästen und Pflanzenteile, die von den umgebenden Schluchten und  Abhänge mit dem Wasser herunter gerissen worden waren. Einige Häuser wurden schwer beschädigt. Der starke Wasserfluss im Tal zerstörte die Wasserrohre und Bewässerungsgräben, so dass die Zufuhr von Trinkwasser nach Agaete nicht mehr möglich war.

Die Hauptstraße zum Norden wurde am Kilometerstein 33 unterbrochen, da die Wassermassen die Brücke vom " Barranco Hondo" bei Piso Firme mitgerissen hat.

Von San Isidro El Viejo bis nach Agaete war die Straße nicht mehr befahrbar, weil es an verschiedenen Stellen Steinschlag und Erdrutsche gab.

Auch die Straße von Aldea de San Nicolás war  betroffen. Vom Ortsanfang bis zum
 "Barranco Segura" war die Straße an vielen Stellen  durch Steinschlag, Schlamm und Geröll unpassierbar geworden. Und auch die Straße nach Los Berrazales hatte viele Schäden. Besonders bei " La Culatilla" war die Straße durch Geröll und Erdrutsche an vielen Stellen gesperrt. Und die ,die nach Las Nieves führt, da war der Asphalt an vielen Stellen beschädigt und auch voller Geröll und Erde.

Die Königswege ( camino reales) , besonders die im Tal und El Sao, waren durch mehrere Schäden ebenfalls nicht mehr begehbar. Die Telefonleitung mit La Aldea war unterbrochen, da mehrere Leitungsmaste umgestürzt waren

Auch bei der Landwirtschaft wurde viel zerstört. Besonders waren die Kartoffel-, Bananen- und Tomatenfelder völlig ruiniert. Die Wassermassen rissen Ställe und Schuppen mit sich und außer anderes Vieh starben auch zwei Rinder.

Die Wassermenge, die in den drei Stunden die das Gewitter dauerte herunter kam, wurde von einem Regenmesser im Ort gemessen. Dabei wurden in Los Berrazales pro Quadratmeter: 130,5 Liter, in Las Longueras pro Quadratmeter: 105,5 Liter und im Puerto de Las Nieves pro Quadratmeter : 87,7 Liter gemessen.

Glücklicherweise kam kein Mensch zu Schaden.

Aber trotz der große Sorge und dem großen Schrecken die Alle erlebten , durch das viele Wasser und den vielen Steinschläge und der ganze Ort ohne Licht, wurde  von Allen große Ruhe bewahrt. In diesen Stunden wurde in jedem Augenblick durch die Autoritäten der Stadt, wo es nötig war, Hilfe gegeben. Die Guardia Civil, die Policia Municipal, alle Bewohner von Agaete halfen unter der Führung des Bürgermeisters D. Pedro Esparza Martín.




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